- Usar tintes naturales como el jugo de espinacas hervidas.
- Aclarar con vinagre y sal antes del primer lavado para fijar el color.
- Utilizar tintes comerciales.
Además he probado un tinte comercial para reavivar el negro y para disimular las manchas de lejia. Os cuento mi experiencia:
Tenía un vestido playero y una camiseta de pijama decoloradas por manchas de lejía, pensaba tirarlos pero al comprarme el tinte decidí probar a ver si algo apañaban. Primero puse en remojo las dos prendas en un barreño con agua y lejía. La camiseta era verde apagado y el vestido azul marino. Después de una hora me di cuenta de que se quedaban a ronchas así que aumenté la concentración de lejía y arreglado. Con esto buscamos que la diferencia entre las zonas manchadas y el resto sea mínima, para dar una base homogénea al tinte. Luego aclaré bien la ropa para evitar que manchase de lejía el resto de prendas y las traté junto con el resto de ropa a teñir.
Según las instrucciones del tinte se puede usa a mano o a maquina, opté por la última opción. En resumen lo que hay que hacer es mojar la ropa y meterla en la lavadora con el tinte y el fijador que te viene y medio kilo de sal. Poner un lavado largo a 40º y luego volver a lavar la ropa con detergente también a 40º. Lo único es que luego hay que poner una lavadora vacía con detergente y lejía a 90º para limpiar la lavadora y que no se tiña todo lo que laves después. La ropa debe secarse a la sombra y en horizontal, evitando la secadora. Así que yo la tengo amontonada estirada sobre el tendedero para que esté horizontal, aunque va a tardar bastante en secarse.
Antes del tinte |
Después del tinte |
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