Si te cuesta mantenerlo ordenado o es incomodo usarlo, el problema no eres tú, es él.
Cada persona es un mundo y nuestras necesidades, manías y personalidad cambia constantemente, así que todo lo que le funcione a otros no tiene por qué funcionarte a ti. No te obceques en que las cosas tienen que ser y usarse como se supone, si algo no te funciona cambialo. Y si necesitas guardar lo zapatos en el baño y el champú en el salón ¡Hazlo!. Cada uno tenemos nuestra lógica y sea cual sea es mejor hacerla caso que desquiciarnos en una casa desaliñada y poco práctica.
Por si en algo os puede orientar os voy a contar mi experiencia con diferentes sistemas de orden que he ido probando. Puede que la semana que viene encuentre nuevos fallos o dejen de serme útiles cosas que ahora me parecen geniales, pero os cuento mis conclusiones hasta el momento. Hablaremos de cajas, separadores, perchas, cajones, baldas, bolsas, inventos...
Bolsas de vacío: mi último descubrimiento. Primero tengo que decir, que al menos las mías (y las he cambiado en la tienda y todo) no son estancas al 100%, también admito que para probar me compré las más baratas que encontré. Entonces no se mantienen tan prensadas como cuando acabas de sacarles el aire, aún así me parece que son útiles. Al eliminar el aire, la gracia es que las uses con edredones, plumas, cojines y cosas que tengan mucho aire, si guardas camisetas no va a disminuir el tamaño. Pero incluso con jerseys yo he conseguido que pasen de tener una altura de 22 cm a 16 cm. La ventaja que encuentro aunque no se mantengan del todo prensado, es que mantiene la ropa rígida, lo que la hace ocupar menos y poder ponerla en vertical o llevarla en la maleta sin que se desperdigue ni se desdoble. Por otro lado arruga un poco, para mitigarlo, coloco la ropa entre dos trozos de cartón como un sándwich y creo que funciona bastante bien. Lo único es tener cuidado de no dejar esquinas ni botones ni cremalleras al aire que puedan romper la bolsa. He leído que si no tienes aspiradora, se pueden usar con pequeñas bombas de mano de esas de bicis. Conclusión: me gustan para ropa con mucho aire y en cualquier caso para mantener la ropa más ordenada en viajes y mudanzas.
Cajones: a mí los cajones me gustan bastante porque eliminan los "perdidos al fondo" del armario. Es normal que el fondo del armario o la cajonera de para varias filas de camisetas, o calcetines,o bolsos o peor, pañuelos. Y las últimas filas se pierden, se olvidan y son un criadero perfecto para ropa vintage o nidos de musarañas. Con los cajones tenemos todo a mano y podemos verlo de un vistazo desde arriba.
Baldas deslizantes: Tras darme cuenta de que en mis armarios las baldas se arrugan y se tragan las cosas, hice un invento para dotarlas de las ventajas de los cajones, pero teniendo el contenido de la balda a la vista siempre. Compré unos rieles de metal que puedes encontrar por 3 o 5€ en cualquier ferretería o centro de bricolaje. Estreché las baldas del armario según el grosor de los rieles y con una linterna, un nivel, un lápiz, unos clavos y un destornillador, hice deslizables las baldas de mi armario en un rato de nada.
Perchas: no soy fan de las perchas, ocupan mucho, la ropa colgada no queda ordenada visualmente... pero una amiga me las recomendó y me vuelto del club perchas para todo. Primero y fundamental usar pechas finitas de esas de alambre y todas iguales, las negras resaltan menos que las de colores. Para prendas delicadas de piel, que se marcan o pesan mucho es mejor usar perchas con la forma correcta aunque ocupen bastante más, sino te deformarán las hombreras. Las dos aplastantes ventajas de las perchas: nada se arruga ni desordena al coger otra prenda por lo que siempre está todo ordenado sin esfuerzo, y evitamos las marcas de los dobleces de la ropa. No sé a vosotros pero a mi me incomoda currarme la plancha y el orden y luego ir con el pliegue en la barriga... Además hay perchas de todo tipo, de varios brazos y formas. Las hay para colgar varias chaquetitas, muy útiles para toreras y prendas cortas, y las hay para pantalones, también las hay de pañuelos pero a esas no les he pillado la gracia. Creo que ocupan mucho más que doblados, se ven peor y no necesitan guardarse estirados. Un truco de tienda para las prendas de tirantes es dar una vuelta con el tirante en la percha, al menos en uno de sus lados, así no se escurre. Y para las prendas muy amplias, usa las cintas esas de raso que no sabemos para que son, pues son para esto. Los vestidos largos los cuelgo doblados por la cintura o por donde tengan la costura. Otro truco es ponerle en los hombros de las perchas unas gomas de huevos, así evitas que se resbalen las prendas.
Ropa pequeña: ropa interior, calcetines, bikinis... lo mejor son cajones pequeños y bajos para que no se formen capas. También utilizo neceseres semirígidos, con fondo y una boca muy amplia. Así, en especial las bragas, se quedan siempre en fila ordenadas y dobladas soportadas por su presión. Si es para medias o prendas que elijas más al ponerte, evita las acumulaciones verticales y coge un cajón o neceser que te de más margen de maniobra. Para lo que aún no he encontrado un sistema cómodo son los sujetadores.
Cajones: a mí los cajones me gustan bastante porque eliminan los "perdidos al fondo" del armario. Es normal que el fondo del armario o la cajonera de para varias filas de camisetas, o calcetines,o bolsos o peor, pañuelos. Y las últimas filas se pierden, se olvidan y son un criadero perfecto para ropa vintage o nidos de musarañas. Con los cajones tenemos todo a mano y podemos verlo de un vistazo desde arriba.
Baldas deslizantes: Tras darme cuenta de que en mis armarios las baldas se arrugan y se tragan las cosas, hice un invento para dotarlas de las ventajas de los cajones, pero teniendo el contenido de la balda a la vista siempre. Compré unos rieles de metal que puedes encontrar por 3 o 5€ en cualquier ferretería o centro de bricolaje. Estreché las baldas del armario según el grosor de los rieles y con una linterna, un nivel, un lápiz, unos clavos y un destornillador, hice deslizables las baldas de mi armario en un rato de nada.
Perchas: no soy fan de las perchas, ocupan mucho, la ropa colgada no queda ordenada visualmente... pero una amiga me las recomendó y me vuelto del club perchas para todo. Primero y fundamental usar pechas finitas de esas de alambre y todas iguales, las negras resaltan menos que las de colores. Para prendas delicadas de piel, que se marcan o pesan mucho es mejor usar perchas con la forma correcta aunque ocupen bastante más, sino te deformarán las hombreras. Las dos aplastantes ventajas de las perchas: nada se arruga ni desordena al coger otra prenda por lo que siempre está todo ordenado sin esfuerzo, y evitamos las marcas de los dobleces de la ropa. No sé a vosotros pero a mi me incomoda currarme la plancha y el orden y luego ir con el pliegue en la barriga... Además hay perchas de todo tipo, de varios brazos y formas. Las hay para colgar varias chaquetitas, muy útiles para toreras y prendas cortas, y las hay para pantalones, también las hay de pañuelos pero a esas no les he pillado la gracia. Creo que ocupan mucho más que doblados, se ven peor y no necesitan guardarse estirados. Un truco de tienda para las prendas de tirantes es dar una vuelta con el tirante en la percha, al menos en uno de sus lados, así no se escurre. Y para las prendas muy amplias, usa las cintas esas de raso que no sabemos para que son, pues son para esto. Los vestidos largos los cuelgo doblados por la cintura o por donde tengan la costura. Otro truco es ponerle en los hombros de las perchas unas gomas de huevos, así evitas que se resbalen las prendas.
Ropa pequeña: ropa interior, calcetines, bikinis... lo mejor son cajones pequeños y bajos para que no se formen capas. También utilizo neceseres semirígidos, con fondo y una boca muy amplia. Así, en especial las bragas, se quedan siempre en fila ordenadas y dobladas soportadas por su presión. Si es para medias o prendas que elijas más al ponerte, evita las acumulaciones verticales y coge un cajón o neceser que te de más margen de maniobra. Para lo que aún no he encontrado un sistema cómodo son los sujetadores.
Doblar la ropa: es prácticamente una ciencia, anda que no hay libros, artilugios, tutoriales y de todo hablando de las diferentes formas de doblar la ropa. Pues a mi no me funciona ninguna.
Doblado vertical:¡Qué bonito! ¡Qué de moda! pues lo siento pero arruga cojón y medio. Es muy bonito, la ropa queda preciosa tan pequeña y tiesecita y tan visible. Pero volvemos a que al doblarla, por muy bien doblada que esté se marca y si encima tiene que soportarse a sí misma se va viendo a bajo y arrugandose, o si la pliegas más para que sea más estable marcas más pliegues... lo he intentado en las baldas (por si acaso pero era evidente que no iba a funcionar), en cajones de todos los tamaños, en neceseres de viaje (ya hablaré de ellos son monísimos), incluso en cajas y neceseres con cartón. Pero no hay forma de que saques la camiseta y se acerque ligeramente a como estaba al plancharla. El doblado vertical pues para calcetines y viajes.
Enrollado: antes del doblado vertical se hablaba del enrollado de prendas para hacer el equipaje. Es verdad que ocupa menos, no porque disminuya la materia sino porque se aprovechan mejor los huecos, o da esa sensación. No quedan los pliegues de doblar la ropa, pero aún así se arruga bastante y os digo que la he doblado de todas las formas posibles, apretando, estirando, de todo... pero se arruga. Lo bueno es que no necesita un espacio rígido o estructurado para mantenerse en su sitio como le ocurre al doblado vertical y al normal. Puedes llevar la ropa doblada en la mochila, en la maleta, en una bolsa del Ahorramás...que no se va a descuajaringar.
Doblado tradicional: Por temporadas he probado de todo en casa, os cuento. Doblar en cuatro (doblar de cintura y luego a lo largo y viceversa), doblar en dos (solo a lo largo y solo a lo ancho), doblar desde los hombros (dos dobleces verticales escondiendo las mangas y los laterales y luego doblado horizontal), lo mismo pero en tres horizontales. La conclusión es que unos quedan más monos, otros son más sencillos y rápidos, otros se acoplan mejor al espacio, etc, pero todos dejan pliegues en la ropa que se ven cuando te la pones y personalmente no me facilitan en nada mantener la ropa estirada, ordenada y poder usarla con comodidad. Y no creo que el uso de "dobladores"(esas plantillas para doblar rápido y bien) cambie esto.
Doblado de tiendas: Al trabajar en tiendas de ropa aprendo bastante sobre técnicas de doblar y colgar. Os tengo que admitir que algunas quedan muy bien, son muy atractivas y lucen mucho la prenda (para eso estudian cada detalle los diseñadores que te dicen cómo, dónde, cuántas cosas se ponen exactamente), pero viendo el trajín de una tienda te das cuenta de que no hay forma de doblar la ropa que permita que aguante bien ni una sola visita del cliente más cuidadoso del mundo, en cuanto miras una prenda las demás se arrugan por poco que sea.
- Monísimo de la muerte: tener las prendas totalmente desplegadas sobre la mesa. Queda divino, ocupa mil y aguantan medio minuto.
- Pilas: todas se arrugan con mirarlas y se derrumban si son altas o las prendas muy dobladas (donde estoy doblamos los polos desde los hombros y luego en 4 a lo ancho, se quedan de 10cm x 15cm)
- Doblado vertical de pantalones: se suelen doblar en dos o incluso en tres, dejando el tobillo visible. Es bonito y al tener más cuerpo que las camisetas no se arrugan ni se desordenan tanto pero aún así no es el sistema definitivo, porque para coger uno sin arrugar los demás tienes que meter el brazo entero, levantar el de arriba y dejarlo.
- Doblado de camisetas: lo mismo que en casa, y la verdad si los diseñadores de "doblaje" no han conseguido una solución yo no tengo esperanzas de encontrarla.
- Colgar: los pantalones se cuelgan en perchas con pinzas, ten cuidado de que tengan goma o te marcarán y romperán la ropa. Quedan estirados y eso, pero ocupan muchísimo y no aporta gran cosa. La ropa doblada y que no se escurra aguanta mucho mejor que doblada. Hay que evitar dificultar el quitar la prenda de la percha atándola o sujetándola de formas muy raras, porque se suele escurrir y quedar colgando malamente, o dan el tirón y al no salir rápidamente ni se la prueban y a veces se rompe.
- Almacén: la ropa viene doblada en bolsas y en cajas, y sale perfecta la verdad. Luego hay tiendas que las tienen almacenadas en perchas, lo más rápido y práctico porque encuentras lo que quieres rápido y coges la talla sin mover nada. Otras las tienen dobladas y apiladas por modelo, se ve bien pero para coger la del fondo la puedes liar mucho, y cuando queda una prenda se pierde arrugada por algún rincón.
Zapatos: tampoco he alcanzado una solución que me satisfaga. Para tenerlos guardados sí, tenerlos en un cajón amplísimo es maravilloso porque los sacas todos a la vez y los puedes ver y están tan bonitos! Pero ocupa muchísimo y necesitan aireación aunque no tengas problemas de olores, quitártelos y encerrarlos no es bueno. A falta de cajones y para facilitar mudanzas opté por cajas de cartón de los mismos zapatos, sin las tapas. Está muy bien porque se respetan unos a otros, no se aprietan ni se dañan, y en el caso de manoletinas y sandalias las pones de canto suela con suela y te caben tres o cuatro pares por caja.El problema es el mismo, no es del todo práctico porque según te los quitas o cambias de idea en el ultimo momento no me da por volver a ponerlos en su caja. El zapatero abatible, para mí es bastante desastroso. Ocupan una pared entera, casi no caben zapatos, cuando sacas un par, se escurren los demás, unos no caben otros se atascan... No veo ventajas. Me gustaría probar algún tipo de estantería de esas pequeñas y ponerla en la entrada. He comprobado que mi lugar lógico para guardar y usar los zapatos es la entrada, el resto es fracaso.
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