Cambiar el ambiente de una casa

Hay tantas razones para darle un cambio de aire a nuestra casa. Te acabas de mudar y aún no la sientes tuya, o peor notas el "aura" de los antiguos inquilinos, estás cansado de tu decoración... Incluso un cambio de ambiente puede ayudar a superar etapas de tu vida como rupturas o cambios drásticos, o darte el impulso para provocar ese cambio en tu vida que vas retrasando. Sea cual sea tu motivación te voy a dejar algunos consejos que he aprendido a base de experiencia. Verás que con muy poco presupuesto se pueden conseguir cambios importantes.

La enseñanza básica y profunda que he podido sacar y que si tienes en cuenta te será de gran ayuda en muchos aspectos de tu vida es que: Las personas somos seres muy complejos que nos vemos influidos por innumerables estímulos internos y externos, físicos, psicológicos, emocionales y culturales. Es decir, no solo nos influye lo que vemos sino lo que sentimos, oímos, olemos, y las ideas y connotaciones psicoculturlaes de todo lo que nos rodea.♥

Ver todos los días cosas desagradables o poco estimulantes desgasta muchísimo. El dinero y esfuerzo que gastes en mejorar tu casa vale la pena la 1000%. Tienes que estar a gusto en tu casa, alegra, tranquiliza e inspira, te levantas con más ánimo y te apetece volver a tu hogar cuando acaba el día.


1-Limpieza: física y mentalmente es fundamental saber que todo está limpio y listo para ser usado sin riesgo de entrar en contacto con miasmas de vetetuasaberquienoqué. Yo siempre meto en lejía toda la vajilla antes de estrenarla y hago una limpieza desinfección a fondo moviendo todo lo movible y lavando todo lo lavable. Además aprovecho para rociarlo todo con un insecticida potente de esos que aguantan un año. Yo insisto en los marcos de puertas y ventanas, desagües, agujeros... me siento más como una bruja que como una desinsectadora.

2-Olores: cambian por completo un espacio. Dan sensación de limpieza y lo personalizan, nos pueden traer recuerdos horribles y dar arcadas o hacernos sentir cómodos, relajados y seguros. Como es evidente, después de una super limpieza habremos conseguido eliminar los olores anteriores y dejar un toxico aroma a lejía, amoniaco, insecticida y otros sinónimos de limpieza. Después de limpiar, yo suelo ventilar toooooda la casa durante días. Además de reducir los olores a productos, ayuda a terminar de quitar humedades y restos indeseables, refresca, oxigena... La última fase es colocar tus ambientadores. Hasta que la casa coge mi olor uso y abuso de los ambientadores, me gustan los de pastilla que van en un bote de plástico y solo tienes que dejarlos ahí. Los pongo en cada habitación y armario ropero. Aunque tiendo a usar el mismo olor, me he dado cuenta que mezclando olores similares, o que al menos a mí me parecen similares y me gustan, consigo un olor menos artificial y más agradable. Con el tiempo, la casa va cogiendo el aire que te gusta y ya no tienes que usar tantísimos ambientadores.

3-Cambio de disposición: cambiar los muebles de sitio, de uso e incluso la función de las habitaciones cambia radicalmente una casa. No te obceques en que las cosas tienen que ser como son, Experimenta con lo que a tite sea más cómodo. Si usas un espacio o mueble para algo distinto a la que se supone que su función o te cuesta horrores mantenerlo ordenado, el problema no eres tú, es él. Cámbialo de sitio y úsalo para lo que necesites usarlo. Si a ti te sale usar el mueble del comedor de zapatero y el armario ropero de estantería pues ¡dales ese uso!

4-Ropa de casa bonita: cambiar los cojines, las sabanas, los manteles, alfombras, funda del sofá... son cambios radicales y bastante baratos. Utiliza colores claros, alegres y conjuntados. Busca texturas que te agraden al tacto. Intenta reducir el numero de colores al mínimo para evitar sobrecargar la vista y dar sensación de desorden y abarrotamiento.

5-Luz: la luz es alegría. Busco con desesperación la luz. Cambia las bombillas y las lámparas para que iluminen más, en tonos mas agradables y ahorres energía. También conviene usar cortinas ligeras y claras pero que hagan su función de protegerte de la exposición pública. Yo evito las cortinas pesadas, si hace un día de mucho sol o algo ya bajo la persiana, pero que cuando esté levantada, la luz tenga el menor número de obstáculos para entrar en mi casa.

6-Orden: Busca mejores lugares y formas de ordenar las cosas. Si mantener algo ordenado te cuesta o es incomodo usarlo, es que no es el sistema adecuado. Sobre el orden se puede escribir tantísimo...

7-Clasificar cosas, tirar y ordenar: resumiendo y sé que, exagerando, es de las cosas más complicadas de la vida, pero todo lo que no uses FUERA. Fuera todo lo que valga más guardar que volver a comprar en el hipotético caso de que vuelvas a necesitarlo. Fuera todos los adornos y trastos que no adores con locura. Prepara una caja para cosas que este año no has usado pero tienen pinta de ponerse de moda el que viene, otra pequeña de ropa de trabajo o para romper, otra de decoraciones que dan mucha pena tirar (pero que tienes que acabar tirando o donando) y otra de objetos con valor sentimental BUENO y SOLO BUENO. Si traen recuerdos o sensaciones agridulces o malos, aunque sean de tu ttatatatatararatabuela: fuera. Ten en cuenta que los recuerdos bonitos también puedes fotografiarlos y así los conservarás sin ocupar espacio.

8- Ventilar: el aire, como la luz son vitales. Mantener ventilada una casa, también en invierno, todos los días, elimina olores, refresca y limpia el ambiente y yo creo que hasta entra más oxigeno.

9- Seguridad: cómprate cadenas, cambia la cerradura...lo que necesites para dormir tranquilo en tu casa.

10-Menos es más: cuantas menos cosas y colores a la vista, más limpio y ordenado parecerá todo y ¡más espacio para las fotos de todas esas cosas geniales que están por llegar!

Antes: estamapados variados, oscuros, muchos colores apagados.
Después: Un solo color dominante y algunos conjuntados claros y alegres.






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